La promoción de la dimensión positiva de la salud es ahora una necesidad ineludible no
sólo para hacer frente a las enfermedades que dominan la situación epidemiológica en
los países desarrollados, sino también para recuperar la centralidad participativa en las
personas para la gestión de su propia salud. Con referencia específica al mundo del
trabajo, el diseño de las intervenciones para la educación en salud es una respuesta,
entre muchos posibles que puede ser beneficiosa para prevenir problemas existenciales,
tanto individuales cuanto sociales. En este contexto, el concepto de salud se entrelaza
con los conceptos de atención y bienestar en términos de evolución desde la
“protección” a la “promoción”. Con la intención de superar la dicotomía entre el individuo
y la organización, el concepto moderno de la salud reconoce que el bienestar reside en
la calidad de las relaciones más que en las normas. Todos los factores materiales e
inmateriales con los cuales los sujetos se enfrentan diariamente en la vida
organizacional son, por lo tanto, indicadores potenciales de su salud. Por otro lado,
estos son indicadores de la ausencia de salud: el resentimiento hacia la organización, la
agresión y el nerviosismo, la presencia de sentimientos de inutilidad, la irrelevancia y la
negación, la impaciencia de llegar al trabajo, la falta de interés en la tarea, el deseo de
cambiar el trabajo, la confusión organizacional, el fracaso de la propuesta y la iniciativa.
El concepto de educación para la salud hace hincapié en que las organizaciones pueden
obtener ventajas significativas a la hora de proteger las relaciones entre los individuos,
la dignidad y la valoración de las aspiraciones, a través de un equilibrio eficaz entre el
trabajo y la vida privada. Estas son las direcciones de planificación de las intervenciones
de capacitación que llevan con éxito a la promoción de la salud en el contexto del
trabajo.
Assuntos: Educación para la Salud. Lugares de Trabajo. Cuidado. Bienestar.
The promotion of the positive dimension of health is now an indispensable need, not
only to cope with diseases that dominate the epidemiological situation in developed
countries, but also for recovering the participatory centrality of subjects in managing
their health. Regarding to the labor scenario, designing health education interventions is
one of the many possible answers that can be beneficial to prevent existential problems,
both individual and social. In this context, the concept of health is intertwined with those
of care and well-being, evolving “protection” to “promotion”. With the intention of
overcoming the dichotomy between individuals and organizations, the modern concept of
health recognizes that well-being lies in the quality of relationships, rather than in rules.
All the material and immaterial factors with which subjects face daily in organizational life
are, therefore, potential indicators of their health. On the other hand, these are
indicators of the absence of health: resentment towards the organization, aggression
and nervousness, the presence of feelings of uselessness, irrelevance and denial, the
impatience to get to work, the lack of interest in the task, the desire to change work,
organizational confusion, the failure of the proposal and the initiative. The concept of
health education points out that organizations can get substantial advantages as they
protect relationships between individuals, enhancing dignity and aspirations, through an
effective balance between work and private life. These planning directions for training
interventions may promote successfully health in the working environment.
Assuntos: Health Education. Workplaces. Care. Well-being.